CÓMO CALCULAR EL IVA

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LOS ERRORES DE LAS POLÍTICAS LIBERALES

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Vicenc Navarro, en 'Público'
Cuando los economistas liberales hablan de la necesidad de hacer sacrificios con el objetivo de salir de la crisis, siempre proponen medidas que afectan predominantemente a las clases populares. En realidad, tal llamada al sacrificio es una constante en la construcción de Europa y del euro. Así, cuando se tomó la decisión por parte de las élites políticas y mediáticas del país, de que España entrara en la UE y en el euro, se tomaron una serie de medidas que afectaron significativamente al gasto público, incluyendo el gasto público social, un tipo de gasto, éste último, que es especialmente beneficioso para las clases populares. Sus pensiones, su sanidad, su educación, su vivienda social, sus servicios sociales y muchas otras transferencias y servicios públicos del estado del bienestar, son financiados con este gasto público. La reducción del déficit y de la deuda pública, exigida para que España entrara en el euro, se realizó no a base de aumentar los impuestos de los grupos más pudientes (que en realidad descendieron), sino a base de reducir el gasto público social, con lo cual el déficit de tal gasto por habitante entre España y el promedio de la UE-15 (el grupo de países con un nivel económico más próximo al nuestro) aumentó nada menos que un 24% durante el periodo 1995-2004. 
El continuo retraso en el desarrollo del estado del bienestar de España (todavía hoy, a la cola de la UE-15) se agravó durante aquel periodo. La convergencia monetaria se realizó, pues, a costa de incrementar el déficit social de España con el promedio de la UE-15. Es también durante aquel periodo que las rentas del trabajo, como porcentaje de la renta nacional, disminuyeron considerablemente, mientras que las rentas del capital crecieron significativamente, y ello como consecuencia de la aplicación de políticas liberales que se convirtieron en las dominantes en la construcción de la Unión Europea y del euro. En realidad, la integración monetaria se utilizó para que las clases populares aceptaran hacer los sacrificios que aquellas élites liberales exigían. Como escribió recientemente el economista liberal Xavier Sala i Martín, “la excusa de que Europa lo requería fue muy útil para hacer las reformas” (La Vanguardia. 17.02.10), que naturalmente eran las reformas liberales.

Una situación idéntica se está dando ahora. Los mercados financieros especuladores están castigando a los países con elevados déficits (comenzando por Grecia, e incluyendo también a España), forzándoles a reducir sus gastos públicos. Y, como era de prever, los medios y economistas liberales están alabando y dando la bienvenida a estos mercados, pues así disciplinarán a los gobiernos que, con sus “exuberancias” de gasto público están poniendo al euro en peligro. Una vez más, se exige a las clases populares de estos países que hagan sacrificios, reduciendo su gasto público (incluyendo el social) para poder ahora salvar el euro y la UE, que están en peligro debido a los excesos de gasto de los países “periféricos”, como España. Como era de esperar, Sala i Martín recomienda que se use el mismo argumento, utilizando “la misma excusa”, para que las clases populares acepten apretarse el cinturón.

Hasta aquí la sabiduría convencional liberal. El mayor problema es que es errónea. Están proponiendo las mismas políticas de austeridad que el Presidente Hoover propuso para resolver la Gran Depresión, cuando lo que se necesita es precisamente lo contrario, tal como hizo el Presidente Roosevelt estableciendo el New Deal. El mayor problema que tienen España y Europa no es el déficit o la deuda pública, sino el desempleo y las enormes desigualdades de renta, consecuencia de las políticas liberales realizadas en los últimos treinta años, que han creado un enorme problema de falta de demanda interna (ver mi artículo “La ignorada causa de la crisis”, Público, 12.02.09). No es el déficit (y la deuda) del Estado el que está creando la recesión sino al contrario, es la recesión la que está creando el déficit. No es la exuberancia del gasto público lo que ha creado el déficit (en realidad, todos los países acusados de “exuberancia” en su gasto público social, incluyendo España, tienen el gasto público por habitante por debajo de la media de la UE-15). Es precisamente al revés. De ahí que la solución pase por estimular el crecimiento económico en España y en la Unión Europea mediante un crecimiento del gasto público orientado a crear empleo.

Esta situación es particularmente necesaria en España, donde históricamente el desempleo ha sido muy acentuado. Y una de las causas ha sido precisamente el escaso desarrollo del sector público. Si España hubiera tenido en 2006 (antes de que comenzara la crisis) el mismo porcentaje de la población adulta trabajando en el sector público que el promedio de los países de la UE-15 (España tenía un 13,35% y la UE-15 un 17,34% de población ocupada en el sector público sobre la población activa), hubiera tenido en aquel año una tasa de ocupación de la población en el mercado de trabajo mucho mayor y un desempleo mucho menor (4,52%). España tiene un enorme déficit de personal en los servicios públicos, y muy en especial en los servicios del estado del bienestar, de los cuales, las élites mediáticas y políticas no son conscientes, pues utilizan predominantemente los servicios privados.

La crisis en España ocurrió como consecuencia de la desregulación de los mercados financieros (favorecida por los economistas liberales) y su alianza con la altamente especulativa industria inmobiliaria, una alianza responsable de la burbuja inmobiliaria), que al estallar, determinó la crisis económica. Las clases populares y el mundo empresarial, que se habían endeudado hasta la médula, no pudieron conseguir crédito, y ello provocó la ralentización económica, el crecimiento del déficit y el aumento del desempleo. Decir que el déficit y la deuda provocaron la ralentización económica es una frivolidad, lo cual no es un obstáculo para que los medios continúen promoviéndola.

EL DEDO DE AZNAR

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Publicado en ADN.es

Nos vamos construyendo alrededor de nuestros cinco sentidos: son nuestros tentáculos que absorben, emanan, reciben y expresan. Cada uno tiene una función única y maravillosa. Y cuando los cinco se apagan, se entra en coma, que es la vida en nada.

En nuestros dedos se concentra el sentido del tacto, ese que siempre, necesariamente, se establece desde el contacto. Por ello, es un sentido que requiere proximidad y convivencia, y cuando se establece desde la pasión correspondida, multiplica nuestra esencia. Porque el tacto, transmitido desde unas huellas de identidad únicas e irrepetibles, concentra nuestra conexión más profunda con otras vidas. El tacto estrecha, abraza, multiplica y a veces rechaza. El tacto compromete.

El pasado jueves, en la Universidad de Oviedo, unos estudiantes mostraron su rechazo absoluto al ex presidente Aznar. Aquella guerra inventada -¡es lógico!- la historia jamás se la perdonará. Y el hombre, en lugar de mostrar un político silencio, como hicieron sus compañeros del trío de las Azores ante lanzamientos de zapatos y pancartas mil, evidenció al mundo su personal sentido del tacto al izar su dedo corazón en una posición que todos sabemos lo que significa: "Métanse su criterio en el culo".

Después de las Azores, las manos de los tres quedaron pringadas para siempre. Después de Oviedo, el tacto de Aznar, además, ha quedado untado de su propia mierda.
 
Ángela Becerra, escritora colombiana, residente en España desde 1988. Su última novela, “Ella, que todo lo tuvo” obtuvo el Premio Planeta-Casa América 2009.

MENOS PARA VIVIR MEJOR: XVIII ENCUENTRO DE ALTERNATIVAS DE SEVILLA

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Daniel Jimenez

El pasado lunes fue presentado el cartel y el eslogan del XVIII Encuentro de Alternativas de Sevilla, que tendrá lugar en el Parque del Alamillo entre los días 9 y 11 de Abril de 2010. La Asociación Cultural El Bardal es la organizadora de este evento, dedicado a la difusión de aquellas iniciativas cuya finalidad es construir un mundo más justo, equilibrado y sostenible.


Como todos los años, esta asociación, natural de la Sierra de Aracena (Huelva), ha convocado un concurso de carteles para elegir la imagen del encuentro. El ganador en esta ocasión es un cartel llegado desde Francia y cuya autora es Maude Biewers. Y el lema que lo acompaña es “Menos para vivir mejor”.

El eslogan hace referencia al decrecimiento, el tema de esta nueva edición del Encuentro de Alternativas de Sevilla. Se trata de una corriente de pensamiento político, económico y social favorable a la disminución regular de la producción económica con el objetivo de establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos.

Según la Asociación Cultural El Bardal, no es posible sostener un crecimiento económico continuo en un planeta limitado. Esta es la razón de que actualmente se estén superando muchos límites ambientales, sociales, biológicos o de recursos naturales. En este contexto, se hace necesario un cambio de mentalidad. “El decrecimiento significa crecer en responsabilidad. Es necesario definir bien las necesidades reales de cada individuo y cada familia. Una vez que tenemos esas necesidades identificadas, vivir feliz y crecer es cubrir esas necesidades y no más”. Explica a Noticias Positivas Juan Acosta, miembro del colectivo.

Acosta también comenta que el consumismo, consecuencia directa de la filosofía de la acumulación infinita de bienes, distorsiona las percepciones de los sujetos sobre sus necesidades. “El individuo tiene que tener conciencia de lo que necesita, no de lo que la sociedad le dice que necesita”, añade. Para ello es necesario recuperar viejos valores que antiguamente imperaban en las zonas rurales, donde la gente se centraba simplemente en cubrir sus necesidades, “enfoque que les permitía tener unos vínculos sociales sanos, mantener sus costumbres y que su forma de vida estuviera en consonancia con el entorno”.

El miembro de la Asociación Cultural El Bardal afirma que las alternativas capaces de caminar hacia el decrecimiento deben partir de una reflexión individual. “Es necesario que la persona se pregunte qué es, de todo lo que tiene a su alrededor, lo que satisface sus auténticas necesidades. A partir de esta reflexión, hay que ir construyendo redes individuo a individuo y grupo a grupo”. Redes que deben basarse en el desarrollo económico local a través del empleo de recursos propios, haciendo así realidad la máxima de pensar globalmente para conseguir el cambio del sistema a través de la actuación directa en el entorno local.

LA PERSISTENCIA DEL PARO

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Alberto Moncada
La recuperación económica parece que no va a afectar a la persistencia del paro. Ni siquiera en Estados Unidos que presenta hoy unos datos de desempleo extremadamente altos. Ello nos debe hacer reflexionar sobre la naturaleza de la ocupación en el contexto de la modernización tecnológica y el crecimiento demográfico.

Cualquier modernización tecnológica hace disminuir el empleo. La sustitución de la mano de obra por máquinas y sistemas ha sido imparable desde la Revolución industrial y hoy hay procesos productivos en los que la presencia permanente del trabajador no existe. Las empresas compiten a fuerza de suprimir mano de obra o de trasladar sus operaciones a lugares donde la mano de obra es más barata o está menos protegida. La existencia de una gran masa de desempleados, un ejército de reserva, garantiza el control empresarial sobre los salarios.

Pero la fabricación de cosas y la prestación de servicios no son la única productora de empleos. Hay maneras de estar ocupado que no son ni permanentes ni de plantilla. En la Comunidad valenciana siempre ha habido personas que trabajan dos o tres meses en el campo y otros dos o tres en el turismo y viven todo el año del fruto de esas ocupaciones temporales.

La creación del trabajador autónomo y su protección por la seguridad social permiten muchas actividades, intelectuales, profesionales y manuales que dependen de la demanda y no encajan en el modelo empresarial convencional.

Pero todo ello encoge cuando las cosas van mal, cuando, como ahora, el sistema financiero enloquece y pone en jaque al resto de la economía.

Históricamente han sido las guerras y las reconstrucciones sucesivas las que han cebado a la economía. Sin la segunda guerra mundial y la reconstrucción posterior no se hubiera salido de la gran Depresión del 29, sostienen los expertos. Y hoy, Estados Unidos tiene un buen trozo de su economía ocupada en sus guerras, con las fábricas de armamentos produciendo y ocupando gente en un proceso que empezó en los años cuarenta y no se ha detenido.

Todavía no tenemos memoria de un largo tiempo de paz con una economía de paz gestionada en beneficio común. Las actuales pretensiones de evolucionar hacia un desarrollo sostenible y ecológico no son más que eso, pretensiones porque, como se acaba de ver en Copenhague, el capitalismo internacional y los Estados fuertes siguen encadenados al modelo anterior.

Desde la demografía los mensajes no son optimistas. La población crece, especialmente en el Sur pobre y si en los Nortes es difícil dar un trabajo a cada uno que lo solicita, en los Sures es imposible y allí se desarrollan los procesos de hambruna y enfermedades derivados de la pobreza.

Entre las iniciativas globales contra el paro yo destacaría dos: La renta básica, que sería una manera de atender a las necesidades primarias de la gente, esté o no trabajando y que empieza a ser aceptada e incluso aplicada en los Nortes y la alternancia en el trabajo, dando a las nuevas generaciones posibilidades para trabajar en actividades de beneficio a la comunidad, con un salario mínimo como alternativa a buscarse la vida en el mercado convencional de trabajo.

Mucha gente, la mayoría, trabaja no porque le gusta lo que hace sino por tener unos ingresos fijos. Poner en escena mecanismos alternativos de estar ocupados puede representar una fórmula de acabar con la frustración que hoy tienen tantas personas jóvenes y mayores y que está en la raíz de la actual crisis social.

En todo caso poco se puede lograr sin una autoridad internacional fuerte que vigile a los grandes protagonistas multinacionales. Las multinacionales pueden hoy más que los Estados nacionales y gestionan sus intereses sin fronteras, gracias a la debilidad de la ONU y la asistencia de entidades como el Fondo Monetario y el Tratado Internacional de Comercio, creados en su beneficio. La persistencia de su actitud, de su impunidad condicionan todas las iniciativas para modificar la estructura de la ocupación, para no disminuir los empleos en los servicios públicos, para destinar recursos a actividades alternativas, para ofrecer, en suma, una esperanza a las nuevas generaciones. El sueño de tantos jóvenes consiste en que nazcan ONGs en paralelo a las empresas multinacionales y tener en ellas un trabajo del que puedan estar orgullosos, sentirse satisfechos sin tener que buscar las satisfacciones personales en el mundo del consumo, trampa que forma parte del modelo capitalista convencional.

Alberto Moncada es presidente de Sociólogos sin fronteras internacional

INVICTUS: LECCIONES DE LIDERAZGO (POR NELSON MANDELA)

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blog salmon

La última película de Clint Eastwood, INVICTUS, tiene un claro mensaje frente a los tiempos que corren. Y si bien este mensaje puede tener un receptor directo en Barack Obama, la idea de un mensaje global donde lo que se requiere es justamente un liderazgo global y una visión global para enfrentar los problemas que aquejan a toda la humanidad, le hace adquirir una trascendencia clave.

El relato de Invictus se inicia hace exactamente veinte años (febrero de 1990), cuando Nelson Mandela es liberado de prisión después de un cautiverio de 27 años. A partir de 1994, cuando Mandela es elegido presidente de Sudáfrica, se concentra en la tarea de unir a un país que está fuertemente dividido. Tal como le ocurrió a Abraham Lincoln en 1861, Mandela asume un país dividido y en fuerte pugna social.

El cuestionamiento para Mandela en esa época es “Usted ha ganado la elección, pero ¿significa eso que puede gobernar un país?. Mandela contrapone la adversidad con la idea de que “cada uno es dueño de su propio destino, el capitán de su alma”.

(Se puede ver el trailer con subtitulos al final del post)

A través de la historia de Mandela, Eastwood nos señala que si bien hay muchas formas de liderazgo, la más relevante es aquella que consigue seguidores capaces de hacer más de lo que creían posible. Para ello, el líder debe ser capaz de animar a las personas a creer en sí mismos para lograr el cambio más allá del horizonte tangible. Esto es lo que algunos teóricos definen como liderazgo transformacional. Es decir, transformar a la sociedad desde su esencia.

Por eso que Mandela no busca castigar a los que a él lo castigaron, sino más bien busca la integración, y a través de ella la reconciliación social. El rugby se convierte en el instrumento con el que puede comenzar a unir a un pueblo fuertemente dividido: unirlo en la esperanza de ganar la copa mundial o, “cómo nos inspiramos para la grandeza”.

Con más de medio siglo de películas y de notables relatos cinematográficos, Clint Eastwood nos ha transmitido grandes y heroicas historias. Pero esta de Nelson Mandela puede ser quizá la más conmovedora: porque esta historia relata cómo no sólo se evita el derramamiento de sangre que arrastraría a todo un pueblo a la perdición, sino que cómo se logra unirlo en la visión de sacar lo mejor del otro para “inspirarlos hacia la grandeza”.

Esta forma de liderazgo requiere la transformación real. El lider no sólo debe creer en la visión sino que debe comunicar esa visión en términos tangibles para que los demás vean esas posibilidades y estén dispuestos a actuar sobre ellas para el beneficio de todos. El mensaje es claro: Algo de esto falta en nuestros líderes actuales. Y quizá en la próxima G-20, antes de hablar, deberían ver esta gran película de Clint Eastwood.


SER POBRE ES MUY CARO

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J.M. Martí Font, en 'Almuerzo con...' de El País

Michael Chu, uno de los principales expertos mundiales en microcréditos, es un ciudadano del mundo: nació en China, se crió en Uruguay -cuya nacionalidad ostenta-, estudió en Harvard -donde da clases- y viaja por todo el mundo, especialmente por Latinoamérica. En Barcelona ha participado en las jornadas Mercado, pobreza y negocios inclusivos, en la escuela de negocios ESADE.

El almuerzo lo sirve una empresa de restauración sostenible, que para Chu es el mejor ejemplo del tipo de proyectos sobre los que trabaja: atender desde el sector privado las necesidades de las capas con menos ingresos de la población, "que representan el 75% de la población".

"Ser pobre es muy caro", asegura, y pone el ejemplo de una mujer que vendía camisas en un mercado de Lima a la que preguntó si tomaba dinero prestado para financiar su negocio. Sí, le dijo, a veces pedía 100 dólares (73,5 euros) a un vecino. "¿Y cuánto le cobra?", indagó Chu. "Poco", respondió, "se lo devuelvo en dos días, los 100 y dos dólares más". Chu hace una pausa, se zampa una croqueta, toma un sorbo de vino y exclama: "¡Un interés de un 3.000%!".



Este hombre de negocios que trabajó en Wall Street y como directivo de grandes empresas, ahora se dedica a crear y asesorar bancos especializados en microfinanzas y empresas para satisfacer la demanda de las capas más desposeídas. "Los microcréditos", explica, "nacen a finales de la década de 1970 de la labor de las ONG, concediendo pequeños préstamos de 150 o 200 dólares [110,4 o 147 euros]. Tuvieron éxito, sus clientes devolvían el dinero y su volumen creció, tanto, que los bancos que prestaban el dinero a las ONG no pudieron seguir haciéndolo porque superaba el porcentaje de los activos permitidos por el regulador para clientes insolventes, porque eso es lo que son los pobres".

La solución era crear un banco de microcréditos, supervisado por las autoridades monetarias. "En 1992 se creó el Banco Solidario de Bolivia, el precursor, y tuve el privilegio de ayudar a fundar otros más, que hoy son los bancos más rentables y solventes de sus respectivos sistemas bancarios". Hoy, calcula Chu, el volumen global de las microfinanzas en todo el mundo supera los 10.000 millones de dólares (7.357 millones de euros), de los que 4.000 (2.943) corresponden a América Latina.

Chu habla y habla, y hay que insistirle en que coma algo de un almuezo ya de por sí frugal. Pero los microcréditos se imponen sobre el embutido y las aceitunas. "Se necesita movilizar un pequeño arsenal que incluye salud, educación, vivienda, servicios básicos (agua y energía) y también servicios como seguros, porque ¿quién tiene mayor necesidad de manejar su riesgo que los pobres?". La primera inversión de uno de los fondos que ha creado, Ignia, ha sido en Primedic, que por menos de 100 dólares (73,5 euros) al año ofrece acceso ilimitado a atención primaria médica. Chu no está en absoluto en contra del sector público, que debería asumir esta labor, pero que no lo hace o lo hace mal. "Los modelos comerciales son esenciales en un entorno donde el sector público se enfrenta a tantos desafíos y tantas complicaciones para ser un agente efectivo en proporcionar bienes y servicios para la gente pobre. En los países en desarrollo el rol del sector privado cobra una importancia tremenda". Ni rastro de un postre.

LA OPCIÓN POR EL DECRECIMIENTO

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Chema Berro

"En el campo de la acción política, el más superficial y aparente, sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela”

El lugar de la política en la transformación social se debate frontalmente desde los inicios de lo social, que fue el movimiento obrero. Ese debate es el origen de la escisión de la Primera Internacional entre marxistas y anarquistas y era un debate posible, dado que ambas opciones abrían vías de actuación, cada una de las cuales tenía sus ventajas e inconvenientes. No vamos a entrar ahora en el grado de acierto y desacierto de cada una de esas opciones, pues las interpretaciones de la historia no dejan de ser formas de opción políticas. Nos quedamos en que era un debate con anclaje en la realidad.

Eso debía ser allá por los años setenta del siglo XIX. En la década de los treinta del XX, sólo 60 años después, la política debía estar suficientemente degradada como para que Antonio Machado refuerce la sensatez de su personaje más sabio, Juan de Mairena, poniendo en su boca la frase en la que tilda al campo de la acción política como “el más superficial y aparente”. El debate estaba zanjado: lo social era lo real, mientras que la política era sólo sombra, apariencia y distracción.

Mucho me temo que lo que hace 80 años estaba claro hoy vuelva a ser oscura materia de debate, no porque hayamos recuperado el campo de la política -que ha seguido su proceso de degradación ascendente-, sino porque no hemos sido capaces de impedir la degradación de lo social. Hoy ni lo social ni lo político sirven para cosa que vaya más allá del hacer como que hacemos y, lo que es peor, no son capaces de abrir vías que puedan sacarla de esa pobreza en la que están instaladas.

(Abriré un paréntesis para aclarar algo que no debiera tener necesidad de ser aclarado entre nosotros: plantear la realidad con crudeza no es síntoma de desánimo o pesimismo, bien al contrario es condición imprescindible para intentar hacerle frente. Sólo las y los faltos de ánimo necesitan edulcorarse la realidad para seguir haciendo como que hacen. Dicho de otra forma: hoy, pensar, sólo puede ser “pensar contra nosotros”. Pero hay que cerrar este paréntesis y dejar esta cuestión para otra ocasión).

Seguimos pintando bastos, cuando bastos pintan. La degradación y banalidad (inutilidad) en que han caído la política y lo social es fruto de la pesadez(1) de lo real. La realidad se ha identificado con el capitalismo, que es el poder, sin que nada quede fuera. El cierre de lo político y lo social, la ausencia de oposición o alternativa, la conversión de todo asunto en materia de estado y de consenso, la reducción a posibilidad única, el estrechamiento de los márgenes de maniobra, la reducción de la política y de lo social a algo vano e inútil, tiene su causa en esa cerrazón de la realidad, en el imperio de una opción económica convertida en ley y en verdad científica, en su condición de realidad única. De las últimas tonterías que he oído con mayor desagrado ha sido el slogan de “otro mundo es posible”, que en nada ha contribuido a cambiar el mundo sino a edulcorarlo, tratando de esconder que la realidad es la que es y que las dificultades para cambiarla rayan con la imposibilidad de hacerlo.

Y en esa realidad es en la que estamos todos sumergidos, a veces como víctimas, es cierto, pero también prestándole nuestra adhesión. Nuestros modos y estilos de vida de vida, nuestros consumos, nuestras necesidades... todo que realmente nos mueve y constituye nuestras vidas, son nuestro voto no atrevido a explicitarse, nuestra adhesión a lo existente. Nosotros somos parte de la realidad, estamos ocupados, somos capitalismo.

Con lo social y lo político caídos en la inutilidad de lo superficial y lo aparente, perdidos como campos de batalla, cuando otro mundo es imposible, cuando no hay nada que hacer, ¿qué es lo que podemos hacer? Esa, creo, es la pregunta que tenemos que hacernos y mantener permanentemente abierta, sin que, naturalmente, tenga yo respuesta a ella.

Mantengo la apuesta de que la opción por el decrecimiento, bien trabajada y con todas las muchas dificultades que su realización entraña, pudiera reabrir algún espacio o zona de lo prepolítico, como antaño hizo lo social, desde la que condicionar y recuperar lo social y lo político. Tiene para ello dos características que me parecen fundamentales. Cuestiona, por un lado, la esencia del sistema capitalista, su necesidad imperiosa de permanente crecimiento (que es a la vez su oferta y señuelo), a la que toda otra consideración social o de cualquier índole tiene que ser siempre supeditada. Nos interpela, por otro lado, a nosotros mismos, como sujetos del capitalismo, obligándonos a convertir nuestras vidas en campos de batalla, no sólo en lo ético y testimonial, sino en el de la politización de nuestras vidas.

Tiene a la vez el doble componente de exigencia que se nos presenta imperiosa, y de oferta atractiva a vivir más placenteramente. Para nosotros, para los que nos decimos de izquierdas pese a ser de derechas, sería una oportunidad de recuperar la unidad entre vida y política hace tiempo perdida. Y esa unidad nos permitiría una forma de actuación no basada en el decir ni en las propuestas ni en las razones, que más que alumbrar sirven para aumentar el ruido y la confusión imperante, sino en los hechos y en el vivir, que es lo que pudiera tener capacidad de contagio e irradiación.

Sé que es muy difícil y que tiene muy pocas posibilidades de realizarse. Si alguien tiene una vía más amplia y fácil, que me apunte.
Chema Berro , febrero 2010

(1) el termino pesadez no es el adecuado porque remite a solidificación, mientras que lo real, hoy, es cambiante y múltiple y diverso, sin dejar de ser uno y siempre lo mismo.


INTELIGENCIA SOCIAL E INNOVACIÓN COLECTIVA

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Martin Mendez
Daniel Goleman dice que la reacción por defecto del ser humano es ayudar, pero que vivimos absortos en una mirada egoísta hacia nuestro interior que nos prohibe ver más allá de nosotros mismos. A pesar de vivir en un mundo cada vez más conectado, parecería que nuestra humanidad vive cada día en una desconexión mayor respecto de los otros, vivimos inmersos en una caparazón unipersonal.

La neurociencia es una rama bastante nueva del estudio del cerebro.
En su libro, Inteligencia Social, Goleman plantea el cerebro social, el sistema de circuitos nerviosos que instrumentan nuestras interacciones y habla de la “neurociencia social”, la ciencia que lo estudia.
Nuestro cerebro social representa el único sistema biológico en nuestro cuerpo que continuamente nos sintoniza con las personas con las que estamos y que a su vez se deja influir por el estado interno de esas personas. Todos nuestros otros sistemas biológicos regulan su actividad con receptores que son sintonizados con señales que surgen desde dentro del cuerpo.

Somos una máquina de conexión. Cuando interactuamos en pares o grupos, nos interconectamos, nos influenciamos mutuamente. Las interacciones sociales desempeñan un papel enorme en el remodelado de nuestro cerebro, por medio de algo que hoy se conoce como “neuroplasticidad“, que implica que repetidas experiencias, esculpen en forma, tamaño y cantidad las conexiones sinápticas. Somos en alguna medida, la reprogramación que nos imponen nuestras relaciones y experiencias.

Hace un tiempo había escrito este post sobre la relación entre el Talento y las Neurociencias y lo vuelvo a abordar aquí desde otro ángulo, porque, ignorar como funciona nuestro cerebro trae muchas consecuencias, alguna concientes y otras no, pero de cualquier modo, estar atento a las trampas que surgen de las interacciones entre las personas nos puede servir para realizar una mejor gestión o interceder en favor de un mejor resultado cuando detectamos algunos de nuestros “comportamientos sociales”.

La Paradoja de Albilene es un clásico. Todos nos hemos visto envueltos en situaciones de este tipo. El fenómeno que explica esta paradoja es que por paradójico que parezca muchas veces cuando actuamos en grupo, tomamos decisiones totalmente contrarias a nuestros deseos. La especie humana suele sentirse desanimada para actuar en contra de la tendencia del resto del grupo. Cada uno de los miembros del grupo accedió a hacer algo que no quería hacer porque creyó que los otros querían hacerlo. La consecuencia fue que nadie quedó contento.

Llevemos esto al plano de la organización y pongámoslo en términos de la capacidad de innovación de los equipos de trabajo.

Generar espacios para la divergencia es vital en el proceso de innovación. Si un equipo vive en la paradoja de Albilene hay pocas oportunidades de que emergan.

LA ECONOMÍA EN RAP (subtitulado)

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Hay muchas formas de divulgación de la economía. Se pueden usar cuentos de hadas, a Los Simpsons o a las parodias televisivas. La última novedad es usar el rap, un estilo musical que puede resultar ajeno al pensamiento económico pero con el que Econostories ha logrado un gran trabajo. El video muestra una canción en rap donde se explican las diferencias entre el pensamiento de Keynes y Hayek de una manera divertida. Está en inglés pero subtitulado en español.

(Luis Carlos en 'Otra economía')

TERCER ANIVERSARIO DE COOP57MADRID

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Coop57 celebra el próximo día 27 de febrero, en la sala Yas’ta, a partir de las 20:30h, el tercer aniversario de su constitución en Madrid. Tres años trabajando para crear una economía que se encuentre al servicio de las personas.

Coop57 es una cooperativa de servicios financieros éticos, que pretende canalizar el ahorro de personas concienciadas con un modelo de sociedad donde el desarrollo social y cultural se encuentre por encima del lucro, para conceder préstamos a entidades y proyectos de economía social y solidaria, que trabajan para construir otro modelo social, económico y cultural, basado en principios como la participación, la solidaridad, la transparencia y la equidad.

El proyecto nació en el año 1995 en Cataluña, y en 2006 se puso en marcha, fruto del trabajo de más de 20 entidades de la economía social y solidaria, una sección territorial en la Comunidad de Madrid. En estos tres años somos más de 30 entidades y 100 personas las que estamos participando; y hemos concedido más de 500.000€ a proyectos que se dedican a la integración sociolaboral de mujeres y jóvenes en riesgo de exclusión, proyectos de distribución de productos ecológicos y de comercio justo o proyectos de acceso a las nuevas tecnologías en zonas rurales.

Creemos que estos son motivos más que suficientes para celebrar tres años construyendo un modelo distinto de economía, en una época donde la crisis económica ha demostrado la debilidad de una economía que piensa simplemente en el lucro, explotando a las personas y los recursos.

¡Pasate a celebrarlo con nosotros y nosotras el próximo sabado 27 de febrero a partir de las 20:30h, en la Sala Yas’ta (C/ Valverde, 10)! 

EL SUPREMO CONSIDERA ABUSIVAS LAS CLÁUSULAS DE VARIAS TARJETAS E HIPOTECAS

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la vanguardia

El Tribunal Supremo ha ordenado anular varias cláusulas incluidas en los contratos de tarjetas de crédito, préstamos e hipotecas que suscribían los clientes del Banco Santander, BBVA, Bankinter y Caja Madrid por considerar que son "abusivas", "desproporcionadas" o "confusas".


En una sentencia publicada hoy, la Sala de lo Civil del Alto Tribunal estima así parcialmente el recurso que interpuso la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) contra la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de declarar en 2005 válidas varias de las cláusulas denunciadas.

Entre las anuladas ahora por el Supremo destacan especialmente las que descargaban totalmente en los propietarios de tarjetas de crédito o de débito los perjuicios acarreados por su uso fraudulento, en tanto en cuanto esas circunstancias no fueran comunicadas a las entidades financieras.

La sentencia, en la que ha actuado como ponente Juan Antonio Xiol Ríos, establece que "la existencia de un extravío o sustracción debe comunicarse sin demora indebida desde que se conoció la desaparición".

No obstante, cree que "las cláusulas que eximen de total responsabilidad a la entidad bancaria de manera indiscriminada y sin matización o modulación alguna son abusivas" y "desproporcionadas", ya que "son harto frecuentes los casos en que la diligencia de las entidades advirtió utilizaciones indebidas, avisando incluso a los usuarios, que lo desconocían".

En la misma línea sitúa a las cláusulas que excluyen "en todo caso" la responsabilidad de la entidad bancaria cuando el PIN o contraseña de una tarjeta es obtenido por coacción o fuerza mayor.

UNA NUEVA LEY DE ECONOMÍA SOCIAL

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Madrid, 18 feb (EFE).
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy que el Ejecutivo prepara una nueva Ley de Economía Social que ordene el marco normativo específico de este sector, integrado mayoritariamente por cooperativas, y con un modelo de empresas 'que son decisivas' para crear empleo.

Así lo dijo ante más de 600 asistentes en el debate sobre Economía Social, 'Empresas comprometidas con el empleo, competitivas y sostenibles', organizado por la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), y a la que asistieron los ministros de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, y la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez.

Zapatero avanzó que en colaboración con CEPES el Ejecutivo pretende aprobar 'un primer texto articulado antes del verano' que reconozca la contribución de la Economía Social al desarrollo de la actividad económica y a la creación de empleo, 'un sector poco conocido y valorado'.

La nueva ley reducirá las trabas burocráticas de estas empresas, definirá canales de interlocución con la administración pública y 'facilitará y respaldará', añadió Zapatero, las actividades de las empresas de Economía Sostenible.

Esta norma será 'pionera' en el ámbito de la UE, según destacó Zapatero, por lo que será uno de los asuntos centrales en la próxima Conferencia europea de Economía Social que reunirá en mayo en Toledo a representantes de la UE, de Iberoamérica, de las CCAA, así como expertos y agentes sociales.

Durante la primera intervención de Zapatero en CEPES desde que es presidente del Gobierno, el jefe del Ejecutivo se comprometió a que este sector ocupe un puesto 'más importante' en el debate público para afrontar la crisis económica.

Zapatero recordó que la Economía Social está compuesta por casi 50.000 empresas, grandes y pequeñas, con una facturación anual cercana en 2009 a los 110.000 millones de euros, y que da empleo a 2,35 millones de personas.

Valoró que es 'un gran sector' que trabaja por la 'cohesión social' del país, gracias a un modo de hacer empresa 'participativo y responsable'.

Alabó su contribución al cambio del modelo productivo y aseguró que como el Gobierno sabe que una sola ley no es suficiente para la transformar la economía ejecutará a lo largo de 2010 'un ambicioso elenco de medidas complementarias', entre ellas, un Plan de Promoción de Inclusión Social que aprobará el Consejo de Ministros el día 26.

Dijo que la Ley de la Economía Sostenible, es la primera 'piedra angular' para conseguir el cambio de modelo productivo y valoró que el Fondo para el empleo de los Ayuntamientos haya recogido ya 30.620 planes de inversión dirigidos a proyectos sostenibles.

Al acto también asistió la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el presidente del Consejo Económico y Social, Marcos Peña, además de la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín.

Por su parte, el presidente de CEPES, Juan Antonio Pedreño, aseguró que las empresas que componen la Economía Social son ejemplo para superar la crisis, por la flexibilidad de su modelo laboral, ya que apuestan por la moderación salarial y la reinversión de beneficios para poder mantener el empleo y evitar los despidos.

Urgió al Gobierno, políticos, empresarios, sindicatos y agentes sociales a lograr el 'ansiado pacto contra la crisis', ya que 'ahora es más importante que nunca'.

Consideró que la Economía Social contribuye a la recuperación de la confianza en los mercados y dijo que 'debe ser tenido en cuenta más que nunca en el actual escenario económico'.

Pedreño recordó que este colectivo de empresas han mostrado más resistencia a la crisis económica ya que la reducción de empleo en 2009 fue 2,5 puntos inferior a la caída del empleo total.

'Las empresas de Economía Social no suelen despedir trabajadores porque el 80% son socios y moderan los sueldos, renuncian a cobrar pagas extraordinarias antes que despedir', añadió.

JORNADAS DE FORMACIÓN EN ANDALUCÍA

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A partir de las 10 de la mañana se reúnen el sábado 20 en Sevilla los miembros de Coop57Andalucía para tratar sobre "Criterios y funcionamiento de las Comisiones de Coop57"

¿ES EL GOBIERNO ESPAÑOL PARANOICO?

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Vicenç Navarro, en 'El Plural'
Lo que estamos viendo estos días es la confluencia de dos hechos. Uno de ellos es la movilización de los mercados financieros especulativos para desestabilizar el euro. El otro, es la presión ejercida por el capital financiero (es decir, la banca), así como por el mundo de las grandes empresas (y por los medios y economistas liberales afines a tales intereses financieros y empresariales) sobre el gobierno español (así como sobre otros gobiernos de la eurozona) para que responda a la crisis financiera mediante políticas liberales que favorezcan sus intereses. En ambos casos el leitmotiv del ataque se presenta como la necesidad de reducir el déficit y la deuda pública de España y de aquellos otros países que los mercados financieros consideran que están excesivamente endeudados. Su solución es la gran reducción del gasto público y de los derechos sociales y laborales de las clases populares. Es así como –según ellos- se calmarán los mercados financieros.

Estos dos hechos son una realidad fácilmente demostrable, y que no puede trivializarse a las personas que los denuncian acusándolos de paranoicos, tal como hicieron varios intelectuales (como Moisés Naim, director de la revista Foreign Policy) y economistas liberales (como Xavier Sala i Martín) en unas declaraciones realizadas a El País (02-11-10). En ellas Moisés Naim alabó, incluso, a los mercados financieros por disciplinar a los gobiernos que no hacían lo que –según él- tenían que hacer (es decir, reducir los derechos laborales y sociales). Declaraba, el que es también colaborador semanal de El País, que no era correcto “poner a los especuladores o inversores como malos y a los gobiernos como víctimas, cuando en realidad los ataques de los inversores son los que obligan a las administraciones a mantener políticas públicas sostenibles”. Una postura semejante se reproducía en el editorial de El País, titulado sarcásticamente “Bienvenido a la conspiración” que aplaudió a los mercados financieros por su impacto disciplinario sobre los gobiernos, acusando también a las voces dentro del gobierno Zapatero de haber denunciado tal hostilidad de los “mercados” de ser paranoicos.

A la luz de la profunda crisis causada por tales mercados especuladores (y de la extensa evidencia que documenta que los grupos bancarios, en su acción conjunta, fueron responsables de la mayor recesión desde principios del siglo XX), la bondad expresada hacia ellos por dichos autores es sorprendente. Tales autores dan la impresión de que no han entendido ni lo que ha estado ocurriendo todos estos últimos años, ni la crisis profunda que estamos sufriendo. Su fe liberal parece impermeable a la evidencia que les rodea.

Los llamados “mercados financieros” tienen muy poco de mercados y son instituciones e individuos con nombres conocidos. Hoy el centro de los mal llamados mercados financieros son las famosas (infames) hedge funds, fondos altamente especulativos, manejados, en parte, por grandes grupos bancarios. Cualquier lector mínimamente informado sobre temas económicos y financieros, habrá leído cómo Wall Street (el centro del capital financiero de EEUU) estuvo en el centro del escándalo de los banqueros, cuya codicia y comportamiento especulativo contribuyó a crear la crisis financiera más importante del mundo después de la Gran Depresión En realidad, estos mercados están altamente centralizados y tienen nombre propio, como Goldman Sachs, J.P. Morgan, Bank of America y otros bancos que, a través de sus influencias políticas en el Congreso de EEUU (el Comité de Finanzas del Senado de aquel país está en su bolsillo) consiguieron durante la Administración Clinton (la administración del Partido Demócrata más cercana a Wall Street que haya existido en la historia reciente de EEUU) y la Administración Bush (una de las administraciones más corruptas que aquel país haya tenido), la desregulación de la banca, lo cual quiere decir que los bancos pueden hacer lo que quieran, creando y expandiendo los hedge funds con toda una batería de instrumentos especulativos (incluyendo los famosos credit default swaps), que están en el centro de aquellos mercados financieros. Pues bien, estos “inversores” están intentando causar el colapso del euro. Y esto no lo dicen los “paranoicos” sino ellos mismos. Según declaraciones hechas al Financial Times (F.T.) (14.02.10) “varioshedge funds han informado al F.T. que han acordado posiciones conjuntas en contra del euro, basado en su lectura de la situación política en Europa y debido a su temor al deseo de regulación del capital financiero por parte de los estados". Es difícil decirlo con mayor claridad. Estos hedge funds han estado manipulando y especulando con la deuda de aquellos países. Este pasado domingo, el The New York Times (14.02.10) publicaba, en primera página, cómo Wall Street contribuyó a crear tal crisis del euro. Documenta también tal rotativo como Goldman Sachs, junto con sus aliados en el gobierno conservador griego, manipuló la deuda del gobierno heleno, ocultando su verdadero tamaño y especulando con ella de manera que agravó la crisis griega. Fue precisamente el nuevo gobierno socialista griego el que descubrió y denunció tal comportamiento, creando las represalias del “mercado financiero”. Andrew Cockburn, en otro artículo detallado en CounterPunch(13.02.10) titulado significadamente “The Economic Velociraptors” documenta cómo se está orquestando este ataque.

La presión liberal sobre los gobiernos

En cuanto a las presiones de las instituciones y autores liberales para que el gobierno español aplique medidas liberales para salir de la crisis, creo que la evidencia existente es también robusta y convincente. Sólo hace falta leer los editoriales delFinancial Times y del The Economist durante estos últimos treinta años para encontrar la evidencia.. Estos dos rotativos fueron los mayores promotores de la filosofía económica liberal en Europa y, tienen, por lo tanto, gran responsabilidad en el desarrollo de la crisis financiera que ha creado una enorme miseria en el mundo. Léanse los editoriales de tales rotativos, y verán lo que han estado promoviendo en los últimos treinta años. Ambos estimularon políticas –tales como la desregulación de los mercados financieros- que llevaron directamente a la crisis. Editorial tras editorial, aconsejaron tomar las medidas que causaron el desastre mundial. Son ellos, pues, los que carecen de toda credibilidad, y es de una extrema insensibilidad autocrítica que ahora sermoneen al respecto de cómo resolver la crisis. Lo primero que deberían hacer para ganar credibilidad es hacer una autocrítica, lo cual es como pedirle peras al olmo.

Las continuas referencias a la postura editorial de tales diarios (como hacen los rotativos liberales en España) como voces de autoridad, representa un provincialismo ignorante de los hechos. Y ninguno de ellos se ha excusado por ello. Todo lo contrario. Por paradójico que parezca continúan con el mismo dogma liberal a pesar de que la evidencia de su error es extensa y abrumadora. Imagínese que una revista médica hubiera estado promoviendo un tratamiento médico que hubiera causado millones de muertos en el mundo, y que no hubiera corregido y cambiado de tratamiento. ¿Habría alguien que le estuviera escuchando o, incluso, citando como voz de autoridad? Pues esto es lo que está ocurriendo con el Financial Timesy el The Economist.

Un tanto semejante ocurre con Davos, el Vaticano del movimiento liberal. En un escrito mío en Público, “La escasa credibilidad de Davos” (11.02.10) señalaba los errores y manipulaciones que había realizado un informe de Davos, sobre la competitividad de la economía española, en la que ésta aparecía por los suelos, a nivel de países del tercer e incluso cuarto mundo. Las falsedades de este informe alcanzaban niveles nunca vistos antes en dichos medios, tales como señalar que el conocimiento de matemáticas y ciencias en España está a la cola de la mayoría de los países del mundo, a nivel del cuarto mundo (PISA muestra que España está ligeramente inferior al de los países más ricos del mundo). Tal informe estaba dirigido por el mismo Xavier Sala i Martín, que niega en unas declaraciones que el gobierno español esté sujeto a ninguna presión internacional de los mercados y asociaciones e instituciones internacionales, los cuales –según Sala i Martín- responden de una manera lógica y razonable frente a lo que él define como la raíz del problema, es decir, la supuesta excesiva proximidad del gobierno Zapatero con los sindicatos, que dificulta que se hagan los cambios que los mercados y él desean.

Todos estos autores, rotativos, agencias y medios comparten la ideología liberal (que es la ideología del capital financiero y del mundo empresarial), promovida también en nuestros rotativos de mayor difusión. De ahí su acción coincidente, que tiene como objetivo común: disminuir el nivel de vida de las clases populares aplicando medidas de gran austeridad que les permitan salir de la crisis en términos favorables a sus intereses. Cuando el grado de coincidencia es tan amplio, no hace falta ninguna conspiración o conjura. Tal ideología les define, motiva y marca lo que promueven y creen en ello, pues coincide, y justifica sus intereses. Lo que es frustrante es que el gobierno Zapatero parece estar creyéndose lo que sus críticos liberales le dicen, tomando toda una serie de iniciativas (desde la reducción del gasto público –que es una nota de suicidio en estos momentos de gran recesión- hasta las reformas del sistema de pensiones) que, como bien ha dicho el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, no tienen nada que ver con la crisis del euro o de la economía española.

¿CRISIS DE LAS PENSIONES?

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No veo por ningún lado la crisis de las pensiones... Las pensiones privadas solo son el gran negocio de la banca". Miren Etxezarreta, economista

Adjuntamos dos entrevistas, realizadas por El Periódico y Público


Miren Etxezarreta: «Las pensiones privadas solo son el gran negocio de la banca»

–¿Qué pasa con las pensiones?

- Se nos dice que las pensiones públicas no son viables económicamente porque cada vez hay menos trabajadores que coticen y demasiados viejos. Se deduce que la solución es una pensión privada.

–¿Y es así?

–Es totalmente falso, porque las pensiones no tienen por qué pagarse solo con un porcentaje del salario de los trabajadores. En países como Dinamarca se financian con los impuestos. Son un derecho.

–Pero...

–Las pensiones privadas son el gran negocio para la banca.

–La banca siempre gana.

–Hay un circuito hecho a su medida. Una persona puede contratar una pensión privada a los 40 años. Mientras cotiza, hasta los 65, permite que el banco, como experto, gestione ese dinero. Si las inversiones del banco en bolsa fracasan, como ha ocurrido últimamente, esa persona puede ver reducido a la mitad el valor de su dinero.

–El Gobierno quizá le dirá que no hay suficientes fondos públicos.

–Ha habido dinero para defender a la banca de la crisis.

–¿Y entonces?

–Somos entre seis y siete millones de pensionistas. Tenemos que ser conscientes de que la pensión es un derecho y no una mercancía.

–Pero parece que tener un seguro privado o una mutua da estatus.

–Algo de eso hay, pero con ello nos estamos dejando arrebatar algo que nos pertenece para convertirnos en compradores. En Catalunya hay una gran tradición de mutuas. Es curioso como lo que nació como un apoyo mutuo entre trabajadores es a menudo un negocio.

–¿Cuándo nació la pensión?

—Empezaron en la Alemania de Bismark, en 1909. En España tenemos el SOVI, un seguro creado por la república.

–¿Cuál sería una pensión justa?

–El salario medio del país más un porcentaje en función del crecimiento económico. No es justo que se cobre según los ingresos de los últimos años de vida laboral.

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"No veo por ningún lado la crisis de las pensiones"

"El debate se lanza para favorecer los planes de pensiones privados"

"La propuesta de retrasar la edad de jubilación es una gran torpeza"

P.R.- Zaragoza. Público

- ¿No cree que el sistema de pensiones público esté en crisis?

No lo veo por ningún lado. Ni está ni creo que lo vaya a estar.

-Pero las proyecciones están ahí: cada vez habrá más mayores y menos jóvenes.

Hay que tomarse con cautela las previsiones a largo plazo porque ha habido graves errores en el pasado. Se nos dice que entraremos en crisis porque vamos a vivir más. Pero se están mezclando las cosas: ¿realmente el problema es que habrá muchos viejos y pocos jóvenes? Deberían fijarse en la proporción de población activa, no en el número de jubilados. ¡Tenemos cuatro millones de parados! Entonces, el problema estaría en el mercado de trabajo, no en las pensiones.

- Bueno, pues el problema vendría de otro lado, pero existe.

No necesariamente. Hay otra trampa que es un disparate económico: se relaciona la cantidad de dinero a pagar con el número de pensiones que deben pagar. Pero lo importante no es cuántos producen, sino cuánto se produce. Hace 50 años se necesitaba mucha población activa para producir los alimentos que ahora se obtienen con poquísima gente. La clave debería ser la riqueza nacional, no el número de cotizantes. Las pensiones se pagan con las cotizaciones de los trabajadores, pero no tiene que ser necesariamente así. Se podría implicar a otros actores.

- ¿Y si mientras tanto las cuentas no cuadran, sea por el motivo que sea?

Este es otro mito muy poderoso: ¿por qué tiene que estar equilibrado el presupuesto para las pensiones? ¿Acaso lo está el del Ejército ¿Y el de la Casa Real? ¿Y el de Educación? Todas las partidas sociales son deficitarias, a efectos contables. ¿Por qué tiene que estar equilibrada la de laspensiones?

- Si el problema no existe, ¿por qué el Gobierno propone retrasar la edad de jubilación, con el coste político que puede tener?

Ha sido una gran torpeza de Zapatero. Imagino que lo hace para tratar de convencer a los mercados internacionales de que está dispuesto a ser duro. Pero también podría ser una cortina de humo para evitar que la gente se fije en otra cuestión gravísima: los 50.000 millones de recorte presupuestario que ha prometido en tres años. ¡Es una cantidad impresionante!

- Pero el debate es mundial. ¿Por qué estalla?

Para ayudar a los planes de pensiones privados, que son una baza fantástica para el capital financiero, que es el que encarga los informes dramáticos. Para ellos es una entrada de fondos ingente, que tienen asegurados durante muchísimos años. Y además pueden invertirlos en bolsa con la particularidad de que si pierden, pierdes tú. Ellos, nunca.

- También la UE ha hecho sonar la alarma.

Cierto. Y tiene mucho que ver con sus esfuerzos para montar un mercado de capitales integrado. Quiere estar a la altura de Wall Street, pero para ello se requieren capitales muy grandes. En realidad, a nadie le interesan las pensiones de los mayores.

- ¿Existe alguna relación entre los planes pensiones privados y la burbuja?

Por supuesto. Los mayores inversores son los fondos de pensiones. ¡Imagine todo el capital reunido para la especulación con toda la clase media y todos los obreros estadounidenses aportando dinero a un fondo durante 30 años!

- ¿Qué efectos tiene el estallido de la burbuja para las pensiones privadas?

Enorme. Como están vinculadas a la evolución bursátil, no hay ninguna garantía de que el jubilado vaya a percibir una buena pensión. Si algo pone de manifiesto esta crisis es el problema que tiene el sistema privado, no el público.
 
Nota de la Redacción: Miren Etxezarreta, de 73 años, es catedrática emérita de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona y doctora por la London School of Economics, acaba de publicar Qué pensiones, qué futuro (Icaria), un implacable y documentado ataque a los planteamientos hegemónicos sobre la "crisis del sistema público de las pensiones", cuya existencia niega tajantemente. Es miembro del colectivo Taifa e impartió una conferencia en las jornadas de Economía crítica,  en Zaragoza.

CARTA AL GOBIERNO

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Visto en 'Renta Básica'

Estimados lectores:
Pese a llevar un año con medidas economicas sin que la situación mejore, adjuntamos a continuación una carta enviada al anterior Ministro de Economia D.Pedro Solbes, para que se pueda constatar nuestros aciertos.

No sera porque no decimos las cosas, pero es más dificil escuchar a personas desinteresadas que a amigos con intereses personales. Desde luego si la economia mejora sera porque no se puede caer más, no por las medidas que estan tomando. A pesar de todo tendrán que hacernos creer que la cosa ira a peor para que unos cuantos se puedan aprovechar de la situación. No se modificara la economia si no se toman en serio las medidas siempre hemos propuesto.

Carta a Pedro Solbes
30/12/2008 - DIARIO DE LEÓN –

ANTE LAS MEDIDAS tomadas por el gobierno de España, para salir de la crisis, considero que se deberían estudiar diversas alternativas, en el caso de que no funcionara dicho plan, como es deseable. Ojalá sirvan las medidas adoptadas para activar la economía, pero tal como desde Arenci hemos venido estudiando el proceso de la economía de los últimos años, vemos difícil de que pueda ser así, pero espero nos equivoquemos.

Siendo mejor prevenir que curar, considero que se deberían estudiar otras opciones, con el fin de afrontar una crisis tan peculiar como la que estamos viviendo y en la que se están poniendo todos los medios posibles para salir de ella.

De entre las diversas opciones posibles a tener en cuenta de cara al futuro una de las vías estudiar puede ser la implantación de la Renta Básica universal, con un modelo fiscal específico para tal fin, sobre lo cual ya le hemos enviado amplia documentación al respecto, a lo largo de la actual legislatura y de la anterior. Es algo en lo que ya algunas universidades vienen trabajando, desde diversas materias de conocimiento.

En nuestra modesta opinión tanto el esfuerzo fiscal como la aportación económica por parte del Estado para estimular la demanda e incrementar la inversión ya no se correlaciona con la creación de empleo. Por otra parte dar un dinero a través de instituciones altamente endeudadas, como son los Ayuntamientos, lo que hará será agravar la crisis, llegándose a un callejón sin salida. Lo que se agudiza con la caída de la recaudación de impuestos incidiendo en el déficit y una menor aportación a gastos sociales, que cada vez se hacen, por contra, más necesarios. ¿Es posible que instituciones que no han pagado a muchas empresas aún y han causado el cierre de muchas de ellas, tenga dinero prestado y se lo gaste en otras empresas o en nuevos proyectos? Para evitar este colapso el gobierno amplía en un 5% la capacidad de deuda municipal, lo cual hará más difícil salir de una crisis en la que el dinero que se pone para la inversión va a un agujero negro, que lo absorbe sin emitir riqueza alguna real. El tiempo lo dirá, y es al cabo de unos meses que habrá que estar preparados, para seguir en la línea de las medidas tomadas en caso de que funcionen o para cambiar de planteamientos en caso de que no se obtengan los resultados previstos.

Nuestra propuesta de Renta Básica permite que el mercado funcione, pero desde la ciudadanía, no desde las empresas, las cuales se verán beneficiadas por una base de subsistencia de los ciudadanos y ciudadanas, lo cual exige una reforma fiscal, reguladora de por sí de los mercados financieros, acorde dicha reforma a la aplicación de una Renta Básica Universal, que permite activar la demanda de manera directa, llegando a la demanda marginal como proceso integral que impulse una nueva economía, y hacer que el mercado funcione en la creación de empleos necesarios y evitar así una hipertrofia de la oferta que acaba afectando al medio ambiente, haciendo inviable el tan necesario desarrollo sostenible, como prueba el reiterado incumplimiento del protocolo de Kyoto, tan necesario en unos momentos en los que el cambio climático amenaza a nuestra sociedad, que al no cumplir con los límites del desarrollo acabará costando muy caro a nuestra economía y a la economía global de todo el planeta. Hoy no se puede entender la economía sin la ecología. Y la renta básica es el nexo de unión entre estos dos campos.
Desde el punto de vista teórico las medidas que se van a llevar a cabo no pueden funcionar, por no reconocerse la base de la actual crisis que lo es en esencia de y sin embargo se apunta al pleno empleo, lo cual va en sentido contrario a la realidad actual.

Permítame un ejemplo sobre las medidas tomadas de próxima aplicación, como es repartir once mil millones de euros para activar la inversión desde los Ayuntamientos, con el objetivo de crear 300.000 puestos de trabajo. Hoy la inversión, ni pública ni privada, no se correlaciona directamente con el empleo, pues la oferta inversora se crea sobre la base de la tecnología (I+D) y no tanto a través de los empleos, a no ser el sector servicios, que requiere una cadena de la demanda, la cual se ve bloqueada por la inseguridad al desempleo. El coste de esta inversión equivaldría a garantizar una renta básica a estas mismas personas durante siete años, o dos años a 1.100.000 personas. Otras experiencias como los fondos Miner, por ejemplo, para un plan de reindustrialización ante el cierre de muchas minas, constata que dichos proyectos se mantienen mientras que se garantiza la subvención y no sin ellas. O la PAC en el tema agrario, con las repercusiones tan negativas y graves sobre los países en vías de desarrollo.

Poner dinero público para impulsar la economía y crear empleo es una medida keynesiana, que funcionó años atrás, para salir de una crisis mundial de posguerra. Luego ha venido funcionando, pero cada vez menos, pero es que además se aplica de manera errónea, pues si se financian proyectos de obras ha de ser con empleos públicos, para crear infraestructura y así facilitar la labor de las empresas y la comercialización de sus productos, pero si se hace a través de empresas el dinero público se va por un lado para los salarios, por otro para los costes y para los beneficios empresariales, finalidad del empresario. Lo cual encarece la intervención pública y el empleo creado sale muy caro.

Pero puede llegarse al peor de los escenarios: aumento de la inflación a la vez que del desempleo, deflación, una recesión en aumento y con el incremento de la deuda pública. La cual en Estados Unidos se ha empezado a corregir desde el Tesoro estadounidense de una manera peligrosa, como es emitir dinero, en principio de manera transitoria, pero que no podrá salir de dicha espiral, lo cual llevará a la devaluación de las monedas en el mercado internacional, ante lo cual no habrá posibilidad de reaccionar, sino tras muchos años de graves conflictos sociales y a nivel global, que lleve a un punto cero que exija un nuevo modelo. La gravedad de este proceso se podrá evitar adelantándose a los acontecimientos. Si las medidas se hacen para normalizar la economía real, hay que estudiar cuál es la realidad de la nueva economía y actuar de acuerdo a. la misma con nuevas medidas y no aplicar recetas de modelos que ya no funcionan. Y entender que, como explica el catedrático de filosofía del derecho, don Elías Díaz, “crisis” es una palabra que significa el momento clave, el momento decisivo, en el que se va hacia un lado o hacia otro, de manera que la crisis es una gran oportunidad para afrontar los cambios necesarios que exige, la adaptación de la economía a la nueva realidad definida por la globalización, el progreso tecnológico, la pujanza de la economía financiera y le necesidad de lograr un desarrollo sostenible.

De no afrontarse dicho cambio las consecuencias pueden ser peligrosas ante la ineficiencia del modelo. Ante todo lo cual, insisto, le ruego que considerando la gravedad de la situación estudie alternativas posibles, en caso de no funcionar las ya acordadas, y que entre dichos estudios se incluya la implantación de la Renta Básica universal, por si acaso funcionara.

LA CREACIÓN DE UN 'EUROCAOS'

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Paul Kugman, en 'El País'

Últimamente, las noticias financieras han estado dominadas por crónicas de Grecia y de otros países de la periferia europea. Y con razón.

Pero me ha inquietado la información que se centra casi exclusivamente en las deudas y en los déficit europeos, con lo que da la impresión de que todo se reduce al derroche gubernamental (lo cual le da la razón a nuestros halcones del déficit, que quieren recortar drásticamente el gasto a pesar de enfrentarnos a un paro masivo y ponen a Grecia como ejemplo de lo que pasará si no lo hacemos).

Pero la verdad es que la falta de disciplina fiscal no es la única, ni la principal, fuente de problemas de Europa, ni siquiera en Grecia, cuyo Gobierno, efectivamente, sí ha sido irresponsable (y ocultó su irresponsabilidad con contabilidad creativa).

No, la verdadera historia que está detrás deleurocaos no se basa en el despilfarro de los políticos, sino en la arrogancia de las élites; concretamente, las élites políticas que instaron a Europa a adoptar una moneda única mucho antes de que el continente estuviera preparado para un experimento de este tipo.

Fijémonos en el caso de España, que en vísperas de la crisis parecía ser un ciudadano fiscal modelo. Sus deudas eran bajas: un 43% del PIB en 2007, en comparación con el 66% de Alemania. Tenía superávit presupuestario. Y su regulación bancaria era ejemplar.

Pero con su clima cálido y sus playas, España era también la Florida de Europa y, al igual que Florida, experimentó un enorme auge inmobiliario. La financiación de este boomprovenía principalmente del extranjero: hubo entradas gigantescas de capital procedentes del resto de Europa, en especial de Alemania.

La consecuencia fue un crecimiento rápido combinado con una inflación significativa: entre 2000 y 2008, los precios de bienes y servicios producidos en España aumentaron un 35%, en comparación con un incremento de sólo un 10% en Alemania. Debido a la subida de los costes, las exportaciones españolas fueron perdiendo competitividad, pero la creación de empleo siguió siendo fuerte gracias al boom inmobiliario.

Y entonces estalló la burbuja. El paro en España experimentó un drástico repunte, y el presupuesto incurrió en un profundo déficit. Pero la avalancha de números rojos -que estuvo provocada en parte por la forma en que la depresión redujo los ingresos y en parte por el gasto de emergencia para limitar los costes humanos de la depresión- fue una consecuencia, no la causa, de los problemas de España.

Y no hay mucho que el Gobierno español pueda hacer para mejorar las cosas. El principal problema económico del país es que los costes y los precios se han desmarcado de los del resto de Europa. Si España siguiera teniendo su antigua moneda, la peseta, podría remediar rápidamente el problema con una devaluación (por ejemplo, reduciendo el valor de la peseta un 20% con respecto a otras divisas europeas). Pero España ya no tiene su propio dinero, lo que implica que sólo puede recuperar su competitividad mediante un lento y doloroso proceso de deflación.

Ahora bien, si España fuera un estado de Estados Unidos y no un país europeo, la situación no sería tan mala. En primer lugar, los costes y los precios no se habrían desmadrado tanto: Florida, que, entre otras cosas, podía atraer libremente a trabajadores de otros estados y mantener bajos los costes de la mano de obra, nunca experimentó nada remotamente parecido a la inflación relativa de España. Y en segundo lugar, España recibiría una gran cantidad de apoyo automático en la crisis: el sector inmobiliario de Florida ha pasado de la expansión a la recesión, pero Washington sigue enviando los cheques de la Seguridad Social y del Medicare.

Pero España no es un estado de Estados Unidos y, por tanto, está metida en un buen lío. Grecia, naturalmente, está en un lío aún peor, porque los griegos, a diferencia de los españoles, fueron realmente irresponsables desde el punto de vista fiscal. No obstante, Grecia tiene una economía pequeña, cuyos problemas importan principalmente porque se están extendiendo a otras economías mucho más grandes, como la de España. Así que el origen de la crisis es la inflexibilidad del euro, y no el gasto financiado con el déficit.

Nada de esto debería extrañarnos demasiado. Mucho antes de que naciera el euro, los economistas advertían de que Europa no estaba preparada para una moneda única. Pero se hizo caso omiso de estas advertencias y se produjo la crisis .

¿Y ahora qué? La disolución del euro es prácticamente impensable, por meros motivos prácticos. Como dice Barry Eichengreen de Berkeley, un intento de reintroducir una moneda nacional desencadenaría "la madre de todas las crisis financieras". Así que no hay marcha atrás: para hacer que el euro funcione, Europa tiene que avanzar mucho más en la unión política, para que los países europeos empiecen a funcionar más como estados de Estados Unidos.

Pero eso no va a suceder de hoy para mañana. Lo que veremos probablemente a lo largo de los próximos años es un doloroso proceso de remiendos: rescates acompañados de exigencias de una austeridad despiadada, y todo con un trasfondo de desempleo muy elevado, perpetuado por la dolorosa deflación que ya he mencionado.

Es un panorama feo. Pero es importante entender la naturaleza del fatal fallo de Europa. Sí, algunos Gobiernos han sido irresponsables; pero el problema básico ha sido el orgullo desmedido, la arrogante idea de que Europa podía hacer que funcionara una moneda única a pesar de los fuertes motivos que había para creer que no estaba preparada.

Paul Krugman es profesor de Economía en la Universidad de Princeton y premio Nobel de Economía 2008. © 2010 New York Times News Service. Traducción de News Clips.

2010, EL AÑO DEL 'CRASH'

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Santiago Niño Becerra, en 'El País'

El mensaje oficial -en todas las economías, en todos los países- en este año que comienza es "Ya ha pasado lo peor; ahora a crecer de nuevo". Finalmente, la mayoría ha admitido que lo vivido en estos dos últimos años ha sido terrible, y lo sucedido en el primer semestre del 2009, lo más duro desde la Gran Depresión. Bien, como explico en mi libroEl crash del 2010, lo sucedido es sólo la antesala de lo que está por llegar, lo sucedido ha sido la precrisis de la crisis sistémica que, entiendo, estallará a mediados del año en curso.

De entrada, una matización. Quienes han sido más realistas hasta ahora comparan lo acontecido desde mediados del 2008 con lo sucedido desde mediados de 1929 y, a partir de ahí, realizan sus análisis; yo pienso, en cambio, que la secuencia comienza antes: en 1923 (en el crash de entonces) y en 2003 (en el crash actual). En efecto, un repaso de la evolución del PIB de las principales economías en ambos periodos de tiempo muestra similitudes sorprendentes; la diferencia estriba en las decisiones entonces adoptadas y en las que ahora se han adoptado. Sin embargo, el final será idéntico: una crisis sistémica fruto del agotamiento de un modo de hacer que dará origen a un nuevo modo de funcionamiento. Puede sonar misterioso, pero, en el fondo, es algo muy técnico. El año 2010 constituye la frontera.

Y en 2010 es cuando verdaderamente se producirá el inicio de los problemas. De entrada, será a lo largo de los próximos meses cuando el Banco Central Europeo (BCE) pondrá fin al acceso fácil (y barato) a su dinero para las entidades financieras, lo que significará, entre otras cosas, el final de una forma fácil (y barata) de negocio: pedírselo prestado al BCE al 1% e invertirlo en Deuda Pública al 3%.

Para las empresas, el 2010 supondrá unas mayores dificultades (mucho mayores) a la hora de obtener financiación, debido a una creciente percepción de impago posible por parte de las agencias de calificación y de las propias entidades financieras, lo que les llevará a restringir el crédito en cualquiera de sus formas. (Evidentemente, lo dicho en el punto anterior influirá en estas mayores dificultades de financiación, ya que hará más caro a las entidades financieras la obtención de fondos).

Tampoco podrá extenderse más allá del 2010 la ficción en la que han vivido (porque así lo consideraron conveniente) los reguladores financieros: la aceptación como buenos de gran número de activos que un análisis exigente hubiese demostrado inaceptables (¿estamos hablando de 600.000 millones de euros?, ¿más?); una ficción que ha permitido posponer el crash unos meses, pero cuya afloración tendrá consecuencias. Si a esto añadimos la propia deuda de las entidades financieras (410.000 millones de euros es la que las españolas deberán atender entre 2010 y 2012), el panorama de estas entidades es, como poco, muy preocupante. Volveremos sobre el sistema financiero.

A lo largo de 2010, esas menores o más difíciles posibilidades de financiación para las empresas se traducirán en una ocupación decreciente, es decir, en un desempleo al alza. A ello contribuirán las restricciones en el consumo de todo tipo de bienes y servicios debidas al aumento del paro y al colapso de la capacidad de endeudamiento de las familias, y ello, tanto a nivel nacional como internacional, demostrará la imposibilidad de que las exportaciones se conviertan en la solución de todos los problemas, como así pretenden todos los Gobiernos de todos los países. En consecuencia, el peligro de la tan temida inflación puede darse por conculcado debido a que el consumo se derrumbará, lo que aleja la posibilidad de alzas significativas en los tipos de interés.

¿La consecuencia más inmediata de lo anterior? Rentas decrecientes por congelaciones salariales y por reducción de los beneficios empresariales, y rentas medias a la baja debido al aumento del desempleo y a la caída de la actividad económica, lo que se traducirá en caídas de los pluses y de los bonus pagados por las empresas. La capacidad de consumo descenderá, y, a la vez, lo hará la recaudación de los Estados, tanto por lo que respecta a la imposición indirecta como a la directa. La salida natural a un decorado como el descrito es hacia la economía sumergida (y mucho más en casos como el español, debido al reducido valor añadido de los bienes fabricados).

En 2010 también se asistirá al fin de lo que verdaderamente ha posibilitado larecuperación habida en el segundo semestre del 2009: los estímulos, las ayudas y las inyecciones directas e indirectas, aunque generalizadas, aplicados por los gobiernos.

Su final se producirá por el hecho de que la propia capacidad de endeudamiento de los Estados (al menos en su forma actual) ha llegado a su fin (el caso de Grecia ha sido la primera manifestación). Pero el final de esos estímulos tendrá consecuencias: dejarán de ser factibles tareas realizadas al calor del Gasto Público y dejarán de ser sostenibles realidades creadas al abrigo de avales y garantías estatales.

Durante el año 2010, y vinculado con lo anterior, los Estados deberán ir realizando aquellos ajustes presupuestarios más imperativos; menos, entiendo, por el lado del aumento de ingresos como por el del decremento de gastos, es decir, no tanto incrementando las figuras impositivas como reduciendo el Gasto Público. El objetivo será doble: disminuir sus déficit y conseguir una mejor aceptación (al menor coste posible) de la Deuda Pública que tales Estados van a tener que continuar emitiendo. También estas medidas tendrán consecuencias.

En septiembre del 2007 se manifestó, con el estallido de la crisis de las subprime, que el modo de crecimiento que la economía mundial mantuvo hasta entonces había llegado a su agotamiento (por eso, pienso, nadie es culpable: o se hacía lo que se hizo o no se crecía en la medida en que se deseaba crecer). Las políticas desplegadas por los Estados, así como las coordinaciones financieras más o menos efectivas de los Bancos Centrales y de las instituciones internacionales han permitido alargar la situación más de dos años a un coste enorme: enormes déficit, cierto, pero lo peor es que sólo para llegar más tarde a un punto muerto.

En 2010, pienso, todas estas carencias serán puestas sobre la mesa, dando comienzo a una crisis larga y profunda muy semejante a la Gran Depresión, aunque con el handicapde que la salida será muy distinta a la que se produjo en 1950.

¿España? Le irá todo peor que a la mayoría debido a su particular modo de hacer las cosas: actividades intensivas en factor trabajo, generadoras de bajo valor añadido y proporcionalmente más dependientes que otras del exterior y del crédito. Para 2010 estimo que el PIB español experimentará una tasa de variación de entre el -4,4% y el -4,2%. Y nuestra tasa de desempleo se situará entre el 22,0% y el 23,0% de la población activa, y ello sin considerar ni el desempleo encubierto ni el subempleo. Una joya de año, vamos (y será el principio).

Santiago Niño Becerra es catedrático de Estructura Económica en la Facultad de Economía IQS de la Universidad Ramon Llull.

JORNADAS DE ECONOMÍA CRÍTICA. ZARAGOZA 2010

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Manifiesto de las XII Jornadas de Economía Crítica Zaragoza 2010

La crisis es sistémica, financiera, económica, ecológica y social. Es una crisis del Capitalismo. Se desencadena en el ámbito financiero y en España actúa sobre unos fundamentos económicos precarios, mantenidos durante las décadas precedentes e impacta sobre un modelo específico, inviable ecológica y socialmente a medio y largo plazo. Es totalmente erróneo e interesado atribuir la causa de la crisis económica española al mercado laboral y al gasto social.

La política seguida por el gobierno español hasta 2010 ha estado caracterizada por dos rasgos. Primero, la utilización errática y regresiva de la política fiscal. Segundo, un discurso, más ceremonial que operativo, sobre la necesidad de cambiar el modelo económico español, sin plantear los cambios radicales necesarios.

No es admisible mantener un tipo de regulación que permite a los sectores financieros internacionales – principales beneficiarios de la mayor parte del gasto público – continuar con actuaciones especulativas y que, al mismo tiempo, degrada el trabajo, las relaciones y los derechos laborales y recorta el gasto social.

Por estas razones, la Asamblea de las Jornadas de Economía Crítica propone:

1.- Abordar con visión integral los problemas y la orientación de la economía española: con criterios de sostenibilidad ecológica, de reparto justo de la renta y del tiempo de trabajo, reconociendo el cuidado de las personas que tiene lugar en el ámbito doméstico.

2.- Considerar que el objetivo de las políticas públicas ha de ser el bienestar y la sostenibilidad y no el aumento del Producto Interior Bruto

3.- Establecer una política de gasto público para crear empleo de calidad y defender las condiciones laborales y de vida de los colectivos especialmente golpeados por la crisis.

4.- Poner en marcha una reforma fiscal progresiva que aumente los ingresos públicos y acabe con el fraude fiscal.

5.- Desarrollar una política de inversiones y servicios públicos acorde con las necesidades sociales y medioambientales.

6. Reestructurar el sector financiero con regulación efectiva, una banca pública y control social de las cajas de ahorro.

7. Fortalecer el sistema público de pensiones de forma que garantice un nivel de ingresos digno a la ciudadanía.

8.- Adoptar una postura decidida que rompa las restricciones actuales de la UE (Pacto de Estabilidad, presupuesto insuficiente,…), para adoptar una política económica que oriente los procesos económicos al servicio de las personas.

9.- Revisar y modificar la enseñanza de la economía, ya que la economía convencional y el fundamentalismo de mercado, dominantes en todos los niveles educativos, han favorecido la situación de crisis actual y la marginación de modelos y propuestas económicas sostenibles y de futuro.

Zaragoza, 13 de febrero de 2010

LA ECONOMÍA ESPAÑOLA AFRONTA MÁS SOMBRAS QUE LUCES

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Marcos Ezquerra, en "Cinco Días"

Lo acaban de confirmar el Financial Times y las principales agencias de calificación: a efectos económicos, España no es Grecia. Una vez disipadas las dudas que esas mismas entidades contribuyeron a sembrar, es un buen momento para tratar de analizar dónde está la economía española después de ser vapuleada por casi dos años de recesión.

No hay que dar muchas vueltas para situar en el mercado laboral las principales debilidades. Al margen de sus dolorosas derivadas sociales, una tasa de paro que roza el 20% supone una traba para el crecimiento futuro en forma de debilidad del consumo, una variable que representa dos tercios de la actividad. Además, ataca directamente al corazón de las cuentas públicas, en forma de caída de recaudación e incremento del gasto por desempleo.

La única parte buena del ámbito laboral, que muchas veces se pasa por alto, es el fuerte incremento de la población activa registrado durante el ciclo expansivo. Tanto, que incluso contando la sangría de la crisis, el número de puestos de trabajo aún supera en casi siete millones al de 1994. La masiva inmigración explica en buena medida ese avance, y apoya un relativo rejuvenecimiento de la población. De hecho, la tasa de dependencia (número de mayores de 65 años por cada persona en edad de trabajar) es sensiblemente inferior a la media europea, lo que ofrece un mayor margen de maniobra al Estado del Bienestar.

El mercado laboral español adolece por lo demás de una temporalidad que hasta hace poco afectaba a uno de cada tres empleos, y sólo a raíz del brusco ajuste de actividad ha comenzado a disminuir. En buena medida, esos empleos temporales destruidos estaban asociados a la construcción. Contrarrestar la excesiva dependencia de dicho sector es uno de los objetivos de la ley de Economía Sostenible, la teórica gran apuesta reformista del Gobierno. Eso sí: el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, condiciona el éxito de dicha ley a que se integre "en un proyecto económico de toda la UE.

En cualquier caso, el peso de la vivienda sobre el PIB ha empezado a caer desde hace dos años, al compás de la paralización de las obras iniciadas. Este último es un patrón habitual en el estudio de las fortalezas y debilidades de la economía española: unas y otras se agudizaron en los casi tres lustros de efervescencia del anterior periodo expansivo, para moderarse, aunque en su mayor parte no lo suficiente como para cambiar de signo, a partir de 2008. Así, la dependencia de la construcción, la temporalidad o el déficit corriente son hoy menos intensos.

Más acusado es el cambio en el diferencial de inflación frente a la zona euro, que llegó a sumar cerca de un punto anual desde 1999. El año pasado, el IPC español fue inferior al de la Unión Monetaria, fruto de la depresión de la demanda interna y la caída de los precios energéticos. Todo indica, empero, que la variable volverá a su tendencia una vez superada la crisis.

Una derivada negativa de la inestabilidad de los precios es el aumento de los costes laborales, puesto que los salarios deben crecer en forma paralela para mantener el poder adquisitivo. Esa tónica ha llevado a una pérdida de competitividad sostenida, tanto respecto a los socios de la zona euro como frente al resto de las economías avanzadas. Es una parte del proceso de convergencia, pero dificulta la venta de productos españoles tanto fuera como dentro de nuestras fronteras.

Cuentas positivas y negativas

A pesar de lo que los ataques de los mercados en los últimos días pudieran sugerir, lo cierto es que el endeudamiento de las administraciones públicas españolas (un 55% del PIB, a cierre de año) se mantiene casi 20 punto por debajo de la media comunitaria, gracias a las amortizaciones logradas en tiempos de bonanza. El lastre de las cuentas está centrado en la variable flujo: un déficit público que supera el 11%. Las dudas de los mercados han incidido en las dificultades que tendrá el Gobierno para recortar ese desequilibrio con una tasa de paro cercana al 20%. Un objetivo difícil, pero no imposible. Según el último informe macroeconómico del servicio de estudios del BBVA, es "totalmente factible" reducir el déficit a niveles cercanos al 3%, "si todas las Administraciones públicas adoptan el firme compromiso de llevar a cabo con determinación un estricto control del gasto público".

Aunque la embolia del crédito ha contribuido a agravar la recesión española, lo cierto es que el sistema financiero del país ha salido relativamente bien parado de la crisis. Frente a las masivas nacionalizaciones y rescates operados en Alemania, Reino Unido o incluso Estados Unidos, el Banco de España únicamente ha tenido que intervenir, hasta ahora, una pequeña entidad de influencia regional como Caja Castilla-La Mancha. Queda pendiente, en todo caso, el impacto que los cientos de miles de millones de euros prestados a las constructoras y promotoras en tiempos del boom puedan tener sobre los balances de las entidades financieras, una amenaza que el Gobierno quiere limitar con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria.

Otra de las consecuencias positivas de la crisis es la moderación de un grave desequilibrio macroeconómico: el déficit corriente. La necesidad de financiación exterior por parte de la economía española llegó a superar el 10% del PIB, y hoy se sitúa en la mitad de ese nivel. En parte, ello se debe al cambio del comportamiento de los hogares. A la vista de las amenazas del mercado laboral, las familias buscan desapalancarse, llevando la tasa de ahorro a máximos históricos cercanos al 20% de la renta disponible. El yin y el yan vuelven a presentarse: la virtud del ahorro puede llegar a ser un peligro para la recuperación al paralizar el consumo.

UNA HOJA DE RUTA PARA LA TASA TOBIN

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 Jesús Lizcano Álvarez, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de Transparencia Internacional España, en "El País"

La actual crisis financiera internacional ha convertido una idea considerada por muchos hace una década poco menos que utópica en un importante proyecto que ahora está siendo objeto de análisis por parte de las más altas instancias políticas y económicas internacionales. Nos referimos a la tasa Tobin, esto es, la tasa que propuso en 1978 el ya fallecido economista norteamericano James Tobin (premio Nobel de Economía en 1981) inspirada en las ideas de Keynes, y que consiste en fijar una pequeña tasa impositiva a las transacciones financieras realizadas en los mercados internacionales de divisas, con objeto, entre otras cosas, de frenar la especulación financiera y lograr una mayor estabilidad en dichos mercados; a él le gustaba decir que así se podría echar un poco de arena en los monumentales y vertiginosos engranajes de las finanzas internacionales.

Se recogen a continuación algunas consideraciones de cara a una posible hoja de ruta para la puesta en marcha de dicha tasa:

- La excesiva exuberancia financiera: la tasa Tobin constituye realmente un impuesto sobre la especulación financiera, y puede constituir, además, un importante instrumento para transferir recursos desde la economía financiera (esencialmente volátil y especulativa en la mayor parte de sus mercados) hasta la economía real; asomándonos al escenario económico mundial, se puede apreciar que elsoufflé de la economía financiera es descomunalmente mayor que el pastel de la economía real; las transacciones financieras a nivel mundial tienen un importe 75 veces superior al de las transacciones reales (bienes y servicios), y dentro de los mercados financieros, el de divisas es, con diferencia, el mayor mercado del mundo, ya que alcanza un volumen de negocio 15 veces superior al PIB mundial y 60 veces superior al comercio mundial, siendo además un mercado esencialmente volátil y especulativo, basado en las expectativas de ganancias derivadas de los continuamente cambiantes tipos de cambio.

- La crisis como oportunidad: hay un amplio consenso sobre la necesidad de una nueva arquitectura financiera internacional, sólida y basada en un mayor control y una verdadera transparencia de las operaciones financieras; sabido es que el tamaño y la volatilidad de los mercados financieros han sido el marco y el caldo de cultivo idóneo para el desarrollo rápido y descontrolado de la actual crisis económica. Sin embargo, cabe considerar esta crisis como una oportunidad para mejorar y hacer más sólidos, estables y solidarios estos mercados a través de iniciativas como, por ejemplo, la tasa Tobin.

- Actuales apoyos internacionales a la tasa: el punto de inicio de la reciente eclosión de apoyos a la tasa Tobin acaeció el pasado mes de agosto, cuando el británico lord Turner, máximo responsable de la regulación financiera en el Reino Unido, sorprendió a todos relanzando la idea de esta tasa como una buena herramienta para reducir y racionalizar el tamaño de los mercados financieros, disminuir su nivel de riesgos, y como elemento disuasorio para un alto número de actividades socialmente inútiles; además propuso que la tasa se aplicara a todas las transacciones financieras, y no sólo a las de divisas. Seguidamente asumió esta propuesta Gordon Brown, quien además propuso la implantación de esta tasa internacional durante la pasada cumbre de los países del G-20. También han mostrado su apoyo a esta propuesta baluartes tan significativos como Sarkozy, Angela Merkel, el comisario europeo Almunia o el propio Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea. Además, los 27 países de la UE, a través del Consejo Europeo, han instado el pasado mes de diciembre al Fondo Monetario Internacional a estudiar la posible implantación efectiva de esta tasa.

- Presidencia española de la Unión Europea: sería deseable que España, aprovechando su actual presidencia de la UE, pudiera impulsar esta iniciativa, propiciando el análisis, el debate y la reflexión colectiva en torno a esta tasa en las próximas cumbres y reuniones internacionales, de forma que la Unión Europea pudiera liderar efectivamente este proyecto como una importante vía que llegue a posibilitar un mayor nivel de estabilidad y control en los mercados financieros, además de erigirse en un verdadero elemento de fiscalidad global y, por qué no, de solidaridad internacional.

- Viabilidad de la tasa: aunque es cierto que no podemos ignorar los importantes obstáculos técnicos y políticos de la implantación de esta tasa financiera global, también es cierto que la implantación de esta tasa sería ahora bastante más sencilla que hace 32 años, cuando la propuso el propio Tobin, tanto por la actual crisis económica y la consiguiente presión social hacia los políticos para un mayor control del sistema financiero como por los avances tecnológicos y la actual operatoria electrónica de las operaciones de divisas (muy centralizada), y en general, la del conjunto de las operaciones financieras.

- Recaudación y su distribución: las razones del mencionado resurgir de la tasa Tobin hay que buscarlas, además del ya referido clamor social por la crisis financiera, también en la muy importante recaudación que dicha tasa generaría. Diversas estimaciones cifran que el importe recaudado podría oscilar entre el 0,6% y el 1% del PIB mundial, y en cifras absolutas, en una amplia horquilla entre los 300.000 y 700.000 millones de euros anuales, en función de que se aplicase un tipo del 0,05% o del 0,1% y según se proyectase sobre las operaciones de divisas únicamente o sobre el conjunto de las operaciones financieras.

En todo caso, no es difícil imaginar la gran ayuda que estas ingentes cifras podrían suponer, bien para las muy delicadas finanzas y déficit presupuestarios de muchos países y/o para las aún más delicadas condiciones económicas, sanitarias y sociales de una buena parte de los habitantes de este planeta.

- Proceso de implantación: aunque no sería imprescindible implantar la tasa Tobin a escala planetaria, sería deseable que se hiciese con la mayor implicación posible de la comunidad internacional, y sobre todo, de los organismos supranacionales más cercanos a esta materia, como el FMI, entre otros. También podría ser conveniente designar una institución u organismo ad hoc (nuevo o adscrito a uno ya existente) para liderar y conducir en la práctica esta implantación, que contase con la confianza de la comunidad internacional y que pudiese así canalizar los esfuerzos, las iniciativas y las correspondientes aportaciones.

Por otra parte, se debería propiciar un proceso transparente de información y de participación de la sociedad civil internacional para que se pudiese en todos los países opinar, colaborar y sugerir aportaciones posibilistas e innovadoras para este proceso de implantación.

- Elusión de la tasa y paraísos fiscales: de cara a evitar en lo posible la deslocalización y el desvío de recursos a los paraísos fiscales, resulta imprescindible que la comunidad internacional mantenga el actual empeño de hacerlos desaparecer y defina una estrategia firme, integral y consensuada para abortar cualquier vía que les permitiese beneficiarse de la implantación de la tasa. Es realmente importante a estos efectos hacer muy transparente tanto este proceso como la propia situación y las actividades que desarrollan estos paraísos fiscales.

- Implicación de la comunidad financiera internacional: sería fundamental el desarrollo de una estrategia para implicar a todos los organismos financieros internacionales, así como a los bancos y entidades financieras nacionales, en esta nueva tasa, haciendo ver lo importante de lograr que el sector financiero, tan criticado en la actualidad como realmente importante para la economía, sea capaz de contribuir de forma sustancial y efectiva al desarrollo de una tasa realmente global y al servicio de una mejora de la sociedad internacional.

Finalmente, y de cara a un horizonte algo más lejano, estamos convencidos de que una buena parte de los problemas derivados de la especulación financiera y sobre todo cambiaria se podrían resolver si se llega a una verdadera e integral cooperación financiera y monetaria internacional, que pudiese incluso desembocar en una moneda única mundial (ya propuesta por economistas como Keynes y Mundell), al estilo de la vigente moneda única europea (nuestro euro), que también era considerada utópica hace unas décadas. Pero ésta es otra historia.

 

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